Bangkok es una ciudad con cierto encanto, desde el punto de vista turístico te permite pasar perfectamente un par de días visitando las principales atracciones turísticas. En la capital Tailandesa puedes alquilar un bote o subirte en los múltiples barcos que cruzan el rio Chao Phraya y contemplar la ciudad desde otro punto, visitar el mercado flotante aunque este sea un poco "made by guiris", alquilar un Tuk Tuk (vehículo motorizado de tres ruedas) y recorrer las principales calles, pasearse y hospedarse en la famosa, mítica y bulliciosa Caosand Road, (en la cual transcurre el inicio de la película de Leonardo di Caprio "The Beach"), visitar sus múltiples Wat (templos típicos de la zona cuya palabra significa escuela)...y por que no, introducirse en su ambiente nocturno, aunque eso, yo no lo hice...
Pero sin duda, desde mi modesto punto de vista hay dos paradas de obligatorio cumplimiento. De un lado está el Buda tumbado, una colosal estatua de casi cincuenta metros y la cual no pude visitar pues llegue fuera de horario. El motivo es que en Tailandia casi todo está orientado al turismo y se da la casualidad de que puedes coger un Tuk Tuk por 100 baths si va directo o 20 baths si no va tan directo. El truco reside en que le precio más barato lleva implícito un paseo por alguna de las múltiples tiendas que jalonan la ciudad, donde a cambio de que entres "solo a mirar" el conductor recibe un cupón que lo canjea por gasolina...en consecuencia, los tailandeses todos salen ganando pues el turista acaba comprando y en mi caso acabe con algo que no me disgustaba pero sin ver algo que realmente ansiaba.
El otro monumento o complejo monumental mejor dicho es el Gran Palacio, el cual esta formado por un conjunto de edifiios que sirvió de residencia oficial del Rey de Tailandia desde el siglo XVIII hasta el XX. Si por algo destaca el complejo de templos es por su colorido, predominando por encima de todos el color dorado y en su interior podemos encontrar el templo del Buda Esmeralda , objeto de beneración nacional y el edificio Wat Po. Sin duda alguna, aunque un tanto barroco el Gran Palacio está dotado de una gran belleza.
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